Protección individual en depósitos
El uso de un EPI en el depósito tiene como objetivo proteger a los operarios de cualquier posible amenaza a lo largo de su jornada laboral.
La seguridad y la prevención de riesgos en el depósito constituyen dos prioridades de cualquier empresa. El motivo es que, en su día a día, los operarios del depósito están expuestos a situaciones peligrosas como, por ejemplo, la posibilidad de que se les caigan cajas o pallets encima, de que se claven astillas de los pallets en las manos o de que resbalen por el vertido de líquidos en el suelo.
Cuando estas situaciones no puedan evitarse o limitarse con otras medidas de protección, deben emplearse EPI. En este artículo veremos cuáles son los EPI más habituales del depósito y las normativas que los regulan.
Qué es un EPI: definición
EPI son las siglas de equipo de protección individual. Se trata de cualquier dispositivo destinado a ser llevado por el empleado para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su salud en el trabajo.
Sin lugar a dudas, la seguridad laboral es un tema que preocupa a cualquier empresa, más si cabe teniendo en cuenta las cifras devastadoras en cuanto a accidentes laborales: cada año se producen más de 3 millones de accidentes laborales en la Unión Europea y más de 374 millones en todo el mundo.
Legislación europea sobre los EPI
En Europa, los equipos de protección individual están sometidos a una doble normativa: por un lado, deben cumplir unos requisitos sobre su diseño y fabricación y, por el otro, las compañías deben conocer las disposiciones mínimas que existen sobre su elección, utilización y mantenimiento.
- Diseño y fabricación de los EPI: según el Reglamento Europeo 2016/425, los fabricantes de EPI deben certificar que los equipos de protección individual que ellos comercializan han sido diseñados y fabricados cumpliendo los requisitos esenciales en cuanto a salud y seguridad.
- Utilización de los EPI: la Directiva 89/656/CEE obliga a las empresas a proveer gratuitamente de equipos de protección individual adecuados a sus empleados. Asimismo, los responsables del depósito han de velar por su buen funcionamiento, mantenimiento en las condiciones correctas y sustituciones necesarias.
EPI más habituales en depósitos</4>
El trabajo que realiza un operario en un depósito implica situaciones arriesgadas. Sin un EPI, está todavía más expuesto a peligros, entre otros, la caída de materiales pesados, las salpicaduras de líquidos corrosivos en la piel, las partículas extrañas en los ojos o la exposición prolongada a ruidos. Los equipos EPI tienen como finalidad proteger las partes más delicadas del cuerpo, como son cabeza, manos u ojos.
Protección de la cabeza
Los cascos proporcionan una protección efectiva ante cualquier eventual caída de un objeto. Los distintos tipos de cascos y modelos (con visera larga, media, corta, sin visera, etc.) están diseñados para amortiguar los impactos, resistir a la perforación o a las llamas.
Ante esta realidad, los EPI constituyen unas medidas de seguridad más para proteger a los usuarios, siempre que se utilicen debidamente.
Protección de las manos
Hay que prestar especial atención al cuidado de las manos, porque los dedos pueden lesionarse con facilidad. Aunque mover cajas o pallets parezca sencillo, lo cierto es que pueden producirse cortes profundos.
Protección ocular
Su función es proteger la vista del operario de cualquier cuerpo extraño que pueda entrar en contacto con el globo ocular, principalmente, salpicaduras de sustancias químicas, partículas de polvo suspendidas en el aire, aerosoles líquidos o radiaciones ultravioleta.
Protección de los pies
La utilización del calzado adecuado es primordial. No solo protege a los operarios frente a la caída de objetos, golpes en el metatarso, pisadas sobre objetos punzantes o golpes en el talón, sino que ayuda a reducir la sensación de cansancio y a prevenir enfermedades derivadas de estar de pie durante toda la jornada.
Protección auditiva
Trabajar en un ambiente ruidoso puede provocar una pérdida de la capacidad auditiva, aunque también otros efectos menos evidentes en la salud. Los depósitos son instalaciones donde se producen muchos ruidos, por lo que los operarios han de protegerse con orejeras, tapones o cascos con orejeras que atenúan el nivel de ruido.
Ropa de alta visibilidad
La ropa de protección cubre o reemplaza la ropa personal. La ropa de alta visibilidad se vuelve indispensable en depósitos con poca iluminación o en instalaciones donde los operarios se crucen frecuentemente con equipos de manutención.
Operarios protegidos, depósito seguro
En cualquier depósito, el riesgo de que se produzcan accidentes es elevado. Por un lado, los trabajadores que conducen algún tipo de vehículo pueden chocar contra otros equipos de manutención u objetos, sufrir algún aplastamiento o la caída de productos. Por el otro, los operarios que se desplazan a pie son propensos a sufrir lesiones, tropiezos o caídas.
Para evitar esos posibles accidentes, además de utilizar algún EPI, es fundamental aplicar todas las medidas de seguridad necesarias: desde la formación de los operarios, hasta la señalización en el depósito, la elección de las estanterías adecuadas y la realización de la inspección técnica de las estanterías.